Con un canto futbolero, una sonrisa en la boca, trajeron una ilusión que nadie les toca. China Taipei está lista, tiene historia y quiere futuro en materia deportiva, y por eso se prepara desde hace seis años para la competición más grande que hayan albergado alguna vez.

De a poco, la Villa de los Atletas toma vida, y los edificios a estrenar se van ocupando con parte de las delegaciones, que cuelgan banderas desde la ventana, esas mismas que esperan ver elevarse en el podio final.

Argentina cambió su concepción del deporte universitario desde el nacimiento mismo de FeDUa en 2012, un año después que Taipei le ganara la pulseada a Brasilia para albergar la Universiada de Verano 2017. Desde entonces, con juegos universitarios regionales, provinciales y nacionales, el mundo de los estudiantes/atletas se cargó de una agenda competitiva, no sólo en el país sino con mundiales por disciplina, panamericanos y hasta en las Universiada de Invierno, donde este año viajó una delegación. Hoy se sabe que estudiar y hacer deporte de alto rendimiento es posible.

De todos los deportistas, sólo un grupo llega a la Universiada, pero para representar a todos. Y Argentina llegó para demostrar que se ganó un lugar en el espectro mundial del deporte universitario. Es el quinto país americano con más presencia en la competencia, detrás de potencias como Estados Unidos, Canadá, y de México y Brasil, que tienen años de historia forjando su presente.

En total serán más de 250 personas en la delegación que estará en Taipei, de las cuales 171 ya están alojadas, y más grupos ya están en camino. En todos los deportes de conjunto, excepto en beisbol, la celeste y blanca presenta equipo, y cada uno de ellos ya arrancó los entrenamientos y planifica amistosos.

El crecimiento es claro, la idea es firme, y a la ilusión de cada integrante no la roba nadie. Como coreó el seleccionado de fútbol: “Ya está en China, es la banda, de Argentina”.

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