La historia de Maricela Cuello es inspiradora. Se parece un poco a una historia de novela con final feliz, porque a Maricela la rescató el deporte. “Yo creo que el deporte, fundamentalmente, y el estar en un club al que podía acceder porque era municipal, me salvó de querer estar en la calle, me salvó de un montón de cosas”, revela desde Nyon, en Suiza, adonde llegó para representar a la Argentina en el Mundial Universitario de Triatlón organizado por FISU.  Y llegó gracias a su sacrificio y empuje, a que no bajó nunca los brazos (“siempre supe lo que no quería para mi vida”, asegura), al apoyo de su familia adoptiva, su entrenador, su equipo de running y sus compañeros de trabajo que organizaron rifas para juntar plata y colaborar con este viaje.  “Mi familia me banca desde hace mucho tiempo, no sólo en lo deportivo, también con el estudio porque yo empecé a trabajar en el último año de la carrera. El apoyo de mi familia es fundamental, que te acompañen, te esperen a la noche con un plato de comida, te pregunten qué podés comer; la movida que hicieron mis compañeros desinteresadamente, desde el corazón, fue todo muy lindo”, cuenta.

¿Cómo descubriste que el triatlón era tu deporte?

Yo entrenaba en el club municipal y ahí conocí a Gonzalo, mi entrenador de running. Él tenía su escuela de triatlón y cuando vi los entrenamientos me apasioné, pero no tenía bicicleta y no sabía nadar. Ahí mismo, Gonzalo me llevó a la pileta del club municipal y aprendí a nadar (tenía 18 años). Me enamoré del triatlón, incluso sabiendo que me llevaría tiempo, pero también sabía que en algún momento lo iba a poder hacer. Cuando hice mi primer triatlón, no solo fue una buena carrera sino que estuvo llena de emociones, porque se me venían todas esas cosas a la cabeza. Hoy en día me hace muy feliz y ha sido un motor importante en mi vida. Lo volvería a elegir y se lo recomiendo a todo el mundo, es algo único lo que te da el triatlón. Es un camino de ida, no tiene vuelta.

A dos días del 13° Mundial Universitario de Triatlon, Maricela no duda que será “una experiencia única. Ya estar acá, participando en lo que más me gusta, en lo que respiro todo el día, es un gran logro; sé que el agua no es mi fuerte, pero voy a dejarlo todo en las tres disciplinas”, asegura convencida.

Licenciada en Estadística, recibida en la UNTREF, para Maricela, “el deporte y el estudio van de la mano. No voy decir que es fácil porque es muy sacrificado: salgo de casa a las 5:50, entreno a la mañana, trabajo 9 horas, entreno de nuevo y vuelvo a casa a las 11 de la noche, pero estoy haciendo lo que me gusta, pude terminar la carrera así y no quedan dudas de que lo supe equilibrar”.

“Me acuerdo que  en épocas de exámenes no quería ir a entrenar porque tenía que estudiar y mi entrenador me decía que era un tema de organización: ‘el día tiene 24 hs, dormís 8 hs, ¿no tenés una hora para salir a correr o para nadar?’ Y es verdad, si lo pensás, es una hora de tu vida, nada más. Estudiar es muy importante y el deporte, también lo es. No hay excusas, pueden ir tranquilamente de la mano”, ratifica.

¿Sentís que sos un ejemplo o un modelo por tu historia y lo que lograste?

No sé si soy un ejemplo, sí sé que tuve una historia complicada, que vengo de una familia con recursos muy bajos, pero si hay algo que supe desde muy chica es que debía tomar esas cosas que no quería para mi vida y decir “yo quiero ser alguien, tengo que estudiar, tengo que tener un título”. En todo este camino me encontré con gente fantástica, mi familia adoptiva, mi entrenador, el club. Creo que también fueron fundamentales mis ganas de querer salir adelante. Es importante tener en claro eso y estudiar. Tal vez una carrera universitaria puede resultar difícil si no tenés recursos o el apoyo de tu familia,  pero por suerte existen las universidades públicas que nos permiten estudiar gratis.

¿Qué le puede aportar tu experiencia de vida a otros chicos?

Si yo viera a alguien que está en la calle, le diría que vaya a un club o que estudie, que es lo único que lo va a sacar adelante; por eso es importante agradecer el trabajo de la FeDUA en conjunto con la Federación Argentina de Triatlon,  porque esto para mí es un sueño. Si ellos no hubiesen apostado a este tipo de proyectos, no sería igual. El que estudia y sabe de estas oportunidades, seguramente se motiva mucho más. Estas oportunidades también nos cambian la vida.

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