Todavía iba al colegio cuando un profesor le dijo que en algún momento iba a tener que elegir entre estudiar o entrenar. Por suerte, Andrés Arduino no le prestó mucha atención y siguió firme con la doble carrera: Hoy cursa tercer año de Ingeniería Industrial en la UTN, es campeón mundial de vóley U23 y medalla de plata en los Juegos Universitarios Panamericanos que se jugaron en julio pasado en San Pablo.
Se acercó al vóley a los 8 años imitando a su tía, que ya jugaba. Los primeros años jugó en el Círculo Urquiza, a los 14 se pasó a Vélez y a los 15 ya entró a la Selección. “Jugué Sudamericanos en el 2011, 2012, 2014 y el Mundial 2017. Jugué Liga Nacional A2 para Libertad de San Jerónimo Norte, Santa Fe (2014/2015); Liga nacional A1 para UNTREF (2015/2016); Liga nacional A2 para Vélez (2016/2017) y Liga Nacional A1 para Puerto San Martín de Santa Fe (2017/2018)”, enumera.
Andrés sabía de la existencia de la FeDUA porque conocía a algunos de los jugadores de voley que participaron en las Universiadas de Gwangju y Taipei, pero este año fue parte de la delegación que representó a la Argentina en los FISU América Games y vivió el mundo del Deporte Universitario en primera persona. “Conocí muchas más cosas en las que se involucra la FeDUA y la verdad me pareció muy bueno e importante. Lo de la doble carrera es algo extraordinario; poder contar con materias de modalidad semi precencial es muy útil tanto para deportistas como para muchos estudiantes que por momentos se les hace muy difícil organizarse para estar físicamente en el aula”.
Sobre los Panamericanos, asegura que fue una experiencia increíble. “Tuve la suerte de viajar y jugar muchos torneos con distintos equipos y con la selección, pero no hay comparación con lo que viví en San Pablo; la posibilidad de compartir con chicos que practican otros deportes, conocer distintas historias, saber del esfuerzo que hicieron para estar ahí (él pudo viajar gracias a que su Universidad cubrió pasaje y gastos) y cómo se prepararon…Hubo mucha buena onda no solo con los argentinos, sino con gente de todos los países”. De San Pablo, el equipo dirigido por Waldo Kantor se trajo una medalla de plata tras haber disputado un gran torneo. “Creo que en lo deportivo superamos expectativas y, aunque se nos escapó el oro, nos volvimos muy contentos. Hubo muy buena relación con el entrenador y con todo el equipo, lo que nos favoreció para jugar mejor”.
¿Cómo se organiza un jugador de selección para estudiar?
Hoy mi prioridad es el vóley, así que organizo el año educativo en función de horarios de entrenamiento, torneos, etc; en base a eso me anoto en las materias, pero a veces hay que hacer cambios. El año pasado me tocó entrenar en Santa Fe mientras cursaba en Rosario, así que estaba toda la semana en Santa Fe, volvía los viernes al mediodía y cursaba viernes y sábado. Sé que no soy ni el jugador perfecto ni el estudiante perfecto, pero me siento bien con cómo estoy llevando la doble carrera. Si te gusta lo que hacés y te ponés las pilas, le encontrás la vuelta.