Se trajo una colección de medallas de los FISU América Games. Dice que «las 8 medallas salieron del disfrute que significó estar compitiendo en un torneo de mucho nivel, pero sinn los nervios de un campeonato argentino». La que habla es Tamara Pons, estudiante del segundo año de Kinesiología en la UNLaM, nadadora y elegida Estudiante Deportista del año por la votación del público en la web y redes sociales de FeDUA. «Una de mis amigas se puso el título de ‘Jefa de campaña’ y empezó a viralizar la votación. Entre mis amigas y mi familia lograron que mucha gente que ni me conocía se copara y me votara. Me divertí muchísimo», cuenta.

Tamara nada desde los 4 años por indicación médica (sufría broncoespasmos); a los 15 comenzó a competir como federada y a los 18 años cambió de entrenador. Con Rubén Maldonado organizaron los entrenamientos teniendo en cuenta la carga horaria de la cursada. Es que siempre tuvo muy en claro que no dejaría de estudiar. «Quería ir por más, dedicarme al alto rendimiento a pleno. Cuando terminé la secundaria supe que que se venía la parte más dura, que era estudiar y competir». Por suerte, su entrenador la acompaña mucho con el estudio y pudieron organizarse bien.

Como estudiante de la UNLaM, compitió en los Juegos Universitarios Regionales y en los Nacionales; después llegó a la selección universitaria nacional y representó a la celeste y blanca en los Juegos Universitarios Sudamericanos Miramar 2016, donde ganó 4 oros, y en los FISU América Games en San Pablo, donde se alzó con 8 preseas.

De los Panamericanos dice que fueron increíbles: «Me encantó el grupo y representar a la bandera. Descubrí que podía encontrarme con un grupo de chicos con los que tenés otras cosas en común, mas allá de la competencia. Se destacó el compañerismo, que es algo que te da la facultad. Descubrí en el deporte universitario una amistad que no se ve en el alto rendimiento del primer nivel».

La estudiante deportista del año

Días atrás, en la fiesta de fin de año del Deporte Universitario, Tamara fue elegida como Estudiante Deportista del Año. «Fue algo sorpresivo ya estar entre las 6 postulantes y estoy super agradecida de que la FeDUA me haya tenido en cuenta. Cuando dijeron mi nombre, se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Estabamos de la mano con Facu Arregui (nadador paralímpico y también finalista), que me abrazó y sentí que realmente estaba compartiendo esa felicidad conmigo. Me emocioné y me temblaba todo, no sabía qué decir… Estaban las personas que más quiero y que me acompañan en el día a dia, mi familia, mi novio, mi mejor amiga, mi entrenador, y tuve la sensación de estar devolviéndoles algo de lo que hacen por mí. Me sentí muy agradecida por estar viviendo el ahora con todos los sentidos puestos. Pude dimensionar el amor que me rodea: Tengo mucha suerte de tener los amigos, la familia, el entrenador que tengo. Me siento muy afortunada y si me ha ido tan bien es por todos ellos, que siempre están conmigo».

Tami asegura que este año su vínculo con el Deporte Universitario creció mucho. «Mi compromiso es absoluto. El Deporte Universitario me ha dado mucho satisfacciones y yo devuelvo eso en trabajo, en dedicarme y hacer las cosas bien, porque nadar y estudiar me llenan de amor y alegría».

 

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