Hace unos días Thomas Bach, Presidente del Comité Olímpico Internacional, escribió una nota en la que compartía su mirada sobre la situación actual del mundo en relación al coronavirus COVID-19, los desafíos que nos va a dejar como sociedad y el aporte del deporte para la recuperación del mundo.

Considero que es importante analizarla ya que estamos hablando de uno de los líderes con mayor influencia del mundo y porque, lejos de escaparle al momento crítico que estamos viviendo, se la juega por una opción que no es la que vienen expresando algunos sectores del poder.

En la nota, Bach ofrece una mirada global, marcando las opciones que tenemos a futuro como sociedad y destaca, con fundamentos, el aporte que el deporte puede brindar para la recuperación del mundo, reflexionando sobre la necesidad de que los distintos Gobiernos de todo el mundo inviertan en deporte.

La historia nos dice que luego de las crisis significativas, como la que nos toca atravesar en este momento, se vienen nuevas realidades. «Cambiar o ser cambiado» es un lema en las oficinas del COI; sin dudas, esta situación nos va a dejar muchas lecciones y Bach nos invita a pensar que, si hacemos una lectura correcta e intervenimos en consecuencia, podemos darle una mejor forma al mundo en general y al deporte, en particular.

En resumen, el presidente del COI plantea tres escenarios posibles del post-coronavirus y toma posición. Un primer escenario sería que continuemos comportándonos como si nada hubiera pasado, lo cual generaría un aumento de la desigualdad social y económica. Otra posibilidad que imagina Bach es que nos convirtamos en una sociedad egoísta, individualista y proteccionista, lo que traería como consecuencia una crisis en las relaciones internacionales, así como el crecimiento de las confrontaciones y los conflictos entre las naciones. Por último, introduce la posibilidad de un escenario en el que la solidaridad y la cooperación internacional sean las bases para construir un orden mundial más justo y equitativo, a partir de la convicción de que ninguna nación se salva sola y ningún algoritmo informático nos va a sacar de la crisis humanitaria. Para esto, reflexiona, se requiere excelencia humana, experiencia y creatividad.

Thomas Bach avanza en su planteo y se pregunta qué tienen el Deporte y el Movimiento Olímpico (cuyos valores son la paz, solidaridad, respeto y unidad en la diversidad) para aportar en este escenario post-crisis. En ese sentido, plantea que el COI va a firmar un acuerdo con la OMS. Esto es un hecho trancendental: las dos instituciones más importantes a nivel mundial en materia de promoción de la salud y la actividad física acuerden un mismo mensaje para poder salir de la crisis. La Salud Pública tendrá un rol central para poder recuperar las naciones, por ende los gobiernos deberán priorizar, entre sus estrategias sanitarias, la promoción del deporte y la actividad física para contruibuir a que la sociedad tenga una vida saludable y como herramienta de prevención, ya que las inversiones en deporte disminuyen los gastos en salud.

Según la mirada de Bach, en adelante los eventos deportivos tendrán una «Nueva Norma»: deberán ser, sustentables y viables, tendrán que acompañar el cuidado del cambio climático y anhela que los Juegos Olímpicos de Tokio, postergados al 2021, sean una demostración de UNIDAD DE LA HUMANIDAD. “Cada crisis es una oportunidad. El post-coronavirus va a necesitar al deporte y ahí estaremos”, afirma.

También destaca el rol escencial del Deporte para la inclusión y la integración social. La crisis económica que nos tocará atravesar será larga y profunda, y el deporte puede ayudar al mundo en el proceso de recuperación: en Europa, la industria del deporte aporta el 2% al PBI y un 3% del empleo está estrictamente relacionado con esta industria, siendo un porcentaje mucho más elevado que varios sectores de la economía. Por eso, los Gobiernos que honren la contribución del deporte a la salud pública, la inclusión y la integración social también estarán contribuyendo a la economía.

Aquí me permito, como miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Deporte Universitario (FISU), poner en valor la articulación del COI y la FISU. Dos líderes como Bach (quien fue esgrimista y compitió en dos Juegos Mundiales Universitarios representando a Alemania) y Oleg Matytsin, Presidente de la FISU y Ministro de Deportes de Rusia destacan el proyecto “Doble Carrera” promoviendo la importancia de que todos los deportistas del mundo estudien y destacando el fundamental rol que tienen las universidades y que tendrán en los tiempos que se vienen. En el mundo hay 18.000 Universidades que podrán asumir un gran liderazgo, poniéndose al servicio de la sociedad, promoviendo innovación y contagiando el espritu solidario en los más de 200 millones de estudiantes que serán los líderes del mañana. Nuestras Universidades Argentinas que nos llenan de orgullo lo están haciendo.

Como dirigente deportivo e integrante del Comité Olímpico Argentino, me parecía importante detenerme un momento y poder compartir mi análisis sobre los interesantes conceptos y reflexiones planteadas por el máximo referente global del mundo deportivo, que entendió el peso que tiene su palabra y se dirigió con su mensaje al mundo entero como un llamado a la acción solidaria para salir de esta crisis como sociedad.

Las palabras de Thomas Bach son un espaldarazo para muchos y muchas dirigentes del ámbito deportivo, una luz que nos prenden para ver que este es el camino para construir un mundo más justo y solidario. Un estímulo a seguir tratando de contagiar nuestra mirada sobre la necesidad de que el deporte tenga un lugar importante en la agenda pública y que eso se vea reflejado en los presupuestos de los gobiernos; para seguir resistiendo y defendiendo los clubes de barrio como una de las instituciones más importantes con las que cuentan las comunidades; para que, quienes gestionamos federaciones deportivas continuemos buscando garantizar lo mejor para las y los deportistas. El mensaje del presidente del COI tiene que reafirmarnos que valió la pena que defendamos que el CeNARD no se venda y estimularnos a seguir recorriendo las provincias buscando que existan más Centros de Desarrollo y de Alto Rendimiento a lo largo y a lo ancho del país.

Desde FeDUA seguiremos proponiendo conformar mesas de trabajo, comités de crisis, grupos de reflexión y proyección, proyectos solidarios y articulacion con todas las instituciones. Desde nuestras casas seguiremos defendiendo y aportando ideas para que el Estado llegue a todos lados. Bach le habló al mundo entero y nos habló a nosotros, a esa inmensa cantidad de dirigentes, entrenadores, deportistas, equipos de salud, periodistas y funcionarios que estamos convencidos que el deporte es una herramienta de transformación social invaluable.

*Prof. Emiliano Ojea. Presidente de la Federación del Deporte Universitario Argentino.