La Federación del Deporte Universitario Argentino (FEDUA) confirmó recientemente a Rosana Gómez como la encargada de seleccionar y dirigir al equipo de futbol femenino que disputará los Juegos Olímpicos Universitarios, Gwangju 2015 en Corea del Sur. «Haber sido designada entrenadora de la selección universitaria es un verdadero honor para mí, lo vivo con mucha responsabilidad y felicidad», expresó.

 

  «La Zurda», como es conocida en el ambiente del fútbol, viene acompañada de un curriculum cargado de experiencia, tanto dentro como fuera de la cancha. Como jugadora se desempeñó durante 15 años en Boca Juniors vistiendo sin problemas la pesada camiseta Nº 10, además de jugar en la selección nacional, para luego retirarse en la UBA. Desde el costado de la cancha fue ayudante de campo en la UBA y luego DT.

En diálogo con DUA, afirmó: «Estoy convencida que el desarrollo de este deporte va acompañado de una continuidad educativa y qué mejor ejemplo que el deporte universitario. Al no tener una buena estructura económica, el fútbol femenino debe desarrollarse en las escuelas y no esperar a que sea un negocio para darle una mayor difusión».

Sus inicios en el deporte se dio de muy pequeña, desde tan temprana edad que ni siquiera lo recuerda. Donde comienza su memoria ya hay relación con la pelota y la pasión que ésta significa. Y en esta pasión destaca a tres ídolos que la marcaron, tres talentos que develan el tipo de jugadora que era y la forma de jugar que admira: Francescoli, Zidane y Maradona.

Rosana aclara que la falta de información y difusión es lo que la llevó a tener siempre ídolos masculinos dentro del fútbol, aunque hoy en el plano internacional se puedan destacar figuras reconocidas como Marta, Hope Solo, Abby Wambach o Nadine Kessler. A nivel mundial el crecimiento del fútbol femenino es notorio, aunque en la Argentina todavía hay ciertas barreras que saltar.

«Creo que el machismo es algo cultural y si bien en la actualidad el fútbol femenino está un poco más aceptado, sigue siendo un deporte marginado, no sólo por el machismo, sino por el exitismo. Para que una jugadora pueda vivir del fútbol, todavía en este país está lejos. A nivel internacional la jugadora puede mantenerse de la práctica de este deporte, aunque no se manejan las mismas cifras que uno puede ver en el fútbol masculino», reflejó.

«La Zurda» fue marginada de niña en el club en el cual jugaba porque no se aceptaban equipos mixtos, algo que la llevó a mantenerse entrenando con el resto de sus compañeros, aunque sin disputar las competencias. «En Argentina el cambio, creo, tendría que ser con una mayor difusión y una mejor estructura en las competencias que existen. De esta forma empezarían a aparecer mejores jugadoras y los educadores tendríamos más trabajo. Empezar a hacer jugadoras de fútbol», consideró.

Vivir de la práctica del fútbol en la Argentina para una mujer hoy es imposible, y Rosana puede dar fe de ello; pese a ser una destacada jugadora siempre necesitó trabajar en otro lugar. El empleo y los entrenamientos conspiraron contra sus deseos de estudiar periodismo deportivo y contaduría, carrera que cursó en la UBA durante un corto período. Sí pudo completar la carrera de entrenadora, ya que «se hacía menos pesado,era algo a lo que estaba bastante relacionada».

«Al llegar a la UBA futbol femenino, me di cuenta de los años de estudio que había perdido, aunque las chicas se lo tomaran de otra forma, muchas ya estaban recibidas y podían practicar este deporte. Hoy las jóvenes no sólo lo viven de otra forma, sino que tienen otras posibilidades; Más espacios físicos para la práctica deportiva, menos prejuicios. Las dificultades son menores», aseguró Gómez.

Sin todavía haber conformado el grupo que representará a la Argentina en los Juegos Olímpicos Universitarios de Gwangju 2015, Rosana Gómez ya se imagina ese torneo y la forma de juego que pretende realizar: «Será basado en el control de la pelota, con transición rápida de defensa a ataque. Pero por sobre todo, conformar un buen grupo de trabajo y que cada jugadora disfrute de cada momento, porque esto será único e irrepetible», anticipó.

«El haber sido parte de la selección argentina y de un equipo en el cual ganamos casi todo lo que jugábamos, me hizo súper competitiva; o sea que para estos juegos trataré de armar el mejor equipo posible y lucharé por un lugar en el podio. Después, a medida que vaya pasando la competencia, veremos si estamos cerca o no, pero aspiro a los más alto posible», agregó la entrenadora.

Restan todavía cinco meses para el inicio de las Universiadas de Gwangju -del 3 al 14 de junio- pero el fútbol femenino ya empieza a pensar seriamente en ellas. Con Rosana «La Zurda» Gómez al frente el equipo argentino, se tendrá la oportunidad de medir en qué lugar se está y sumar experiencia en una competencia de alto nivel.

Fuente: DUA

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