Matías Tozzoli tiene 25 años, es periodista deportivo y estudia Educación Física en la UNLu, donde todos lo conocen como el «Oveja».
«Cuando debuté en la primera de Club Glorias había 4 Matías en el plantel, y como tenía unos rulos importantes quedó ese apodo. Todos me llaman así, creo que varios compañeros ya ni deben saber mi nombre», nos cuenta.
El Oveja juega futsal desde los 14 años en el Club Glorias de Tigre, equipo que milita en la Primera A del torneo de AFA. A su vez, es el entrenador del plantel femenino del club, con un buen presente también en el torneo de la Asociación del Fútbol Argentino. «Es una alegría inmensa poder trabajar en el club que me formó» dice Tozzoli.
A su vez, Oveja es el capitán (y dueño de las pelotas paradas, como puede observarse en la foto) del equipo representativo de la Universidad Nacional de Luján que disputa la Liga Universitaria FeDUA – A dos Toques. «Tener la posibilidad de ponerme la camiseta de la institución que me está formando como futuro docente es algo que me encanta. Además, por suerte la liga está cada vez más competitiva, cuestión que la hace muy bien al deporte universitario. Siempre voy a estar agradecido a Marcelo Racig, nuestro entrenador, que me bancó y me dio la oportunidad de competir, y hace un gran esfuerzo para que nuestro equipo pueda participar del torneo.» expresa Matías.
CELESTE Y BLANCA. El oveja no solo representa a su club y su universidad: en agosto se va a poner la camiseta de Argentina para disputar el Mundial Universitario de Futsal «Almaty 2018» en Kazajistán. Integra el seleccionado dirigido por Nicolás Rossi desde principios de año y se viene preparando muy duro para el campeonato del mundo, en todo sentido: «La verdad todavía no caigo. No veo la hora de llegar a Kazajistán, ponerme la celeste y blanca y escuchar nuestro himno. Honestamente es un sueño y voy a dejar todo. Me vengo preparando muy duro desde fines del año pasado para llegar de la mejor manera porque entiendo que representar a nuestro país es una responsabilidad enorme».