La entrenadora de la Selección Universitaria, también jugadora de la UNLaM y ex Pantera, destacó la tarea en Miramar y pidió “por el crecimiento del deporte universitario”. En diálogo exclusivo con Vóley 631 tras la medalla, destacó también a FEDUA y sueña con Taipei 2017.

“Yo podría haber no jugado, me dijeron que haga lo que quiera ya que veníamos de los JUSBA y sólo dormimos 40 minutos. Y acá estoy, jugué”. Sencilla, cansada por el agotador viaje desde Miramar a La Plata durante siete horas y casi sin descanso, María Laura Vincente de Mannara (38) tuvo una semana de oro dirigiendo a la Selección Argentina Universitaria y sigue aportando su granito de arena con la UNLaM: salieron primeras en el Sudamericano y también estuvo ante Universitario por la Copa Chulo Olmo.

 

Con la alegría de la medalla dorada obtenida 24 horas antes, Lali Vincente hizo referencia a la organización de los Juegos Universitarios. “En un momento, no se iban a hacer por falta de aporte, pero la tarea de la Federación del Deporte Universitario fue vital para que se desarrollen”, afirmó la entrenadora universitaria. “El rival a vencer era Chile, que tiene un equipo fuerte y que hace tiempo incursiona en ésta especialidad. Aunque también fue una lástima que Brasil y Uruguay no pudieran estar, por las realidades que se vive en Latinoamérica”, agregó.

 

“En Argentina no pasa que para llegar a la Selección debes pasar por la Universitaria, como si en Brasil, por ejemplo. Por ende, esta medalla fue un paso importante para darle el valor que se merece, que necesita, como el que nos da la UNLaM y FEDUA”, afirmó la también jugadora matancera.

 

En los JUSBA, Argentina jugó tres partidos, repitiendo con Chile en la final (también el triunfo ante Colombia). En este campeonato, no era común el vóley femenino y además fue la segunda vez que lo tuvo desde 2004. “Fue importante la difusión de los medios para que se de a conocer, para que el país y Latinoamérica sepa de nosotras”, sostuvo.

 

“En cuanto al equipo, un lujo: algunas se bajaron de otras responsabilidades para estar en los Juegos. Como Daniela Bulaich, por ejemplo, o Aylìn Pereyra, sabiendo que no podrá seguir participando porque el límite es 27 años. Todas ellas, las 11, ya que no pudo llegar Jazmín Molli, demostraron por qué entrenaron con nosotros y varias con actualidad en Metro y hasta también Liga”, destacó Lali.

En exclusiva con Vóley 631 post oro sudamericano, la jugadora que desde sus 12 está vinculada a este deporte, cada vez se interioriza más. Con pasado en Selección y siendo capitana en su momento, Vincente contó por qué sigue jugando y qué la motiva en el día a día. “Es una pasión, llevo más de 25 años de pasión. Trato de ayudar en la UNLaM, motivando a las chicas al esfuerzo y qué mejor que yo esté en cancha o bien cerca para que lo noten. Lo hago por ellas”, mantuvo, con una sonrisa de oreja a oreja y la humildad, que no se ve pero se nota.

“Ojalá que ésta medalla de oro sea el inicio para este gran proyecto que se viene armando con el vóley universitario, particularmente con el femenino. Porque además se logró el pase a los Juegos Olímpicos de Taipéi y sería muy bueno que se pueda participar como lo hicieron los hombres en Gwangju 2015”, expresó.

Vincente, que sólo durmió 40 minutos previo a jugar a nivel metropolitano, sigue siendo el ejemplo de muchas. Pero también, para muchos. Ella, como varios a veces sin mostrarse, lucha por el deporte pero mucho más para que esto “no sea el techo, sino el piso del futuro”.

Fuente: Voley 631

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