Cuando Pedro Amoros Rittel recuerda lo que pasó en octubre de 2016 dice: “Nunca había vivido algo así, ojalá tenga otra posibilidad de vivirlo nuevamente”. Habla de la Liga Mundial de Basquet 3×3 Universitario que se disputó en Xiamen, China, y que fue el punto de partida para lo que sucederá del 6 al 11 de junio, cuando se disputen los primeros Juegos Panamericanos del mismo deporte.

Con 22 años, el estudiante de Kinesiología de la UNLaM se metió en la final del Campeonato de volcadas de aquel torneo, pero eso no fue lo más lindo que vivió. Para él, lo más lindo “fue la posibilidad de compartir con el equipo e intercambiar con otras culturas, hablar con chicos de Uganda, Nueva Zelanda o Canadá sobre deportes o la vida. Eso fue lo que más me tocó de toda la experiencia del viaje. Se generaron vínculos muy lindos.”

Llegaron a China con pocas expectativas, sabían que el nivel de los otros equipos sería bueno. “No sabíamos con qué nos íbamos a enfrentar y la competencia fue muy dura, nos tocó jugar contra rivales que tenían supremacía física, pero por suerte pudimos dar una buena pelea y llegamos más lejos de lo que pensábamos”, recuerda.

En cuanto a la organización del torneo, Pedro cuenta que se quedó sorprendido por el nivel de la organización. “El evento, el hospedaje, todo fue descomunal. Nunca había vivido una situación en la que me tocara ser protagonista de un evento de tal magnitud. En todo momento estábamos acompañados, bien atendidos. Fue una experiencia de otro planeta”, dice sin dudar.

Ahora, está a punto de repetirla. Esta vez de local, porque la Universidad Nacional de La Matanza fue elegida por FISU América para ser sede de los Primeros Juegos Panamericanos de Basquet 3×3 Universitario.

 

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