Mariano Vildósola atraviesa un presente por demás alentador. Luego de su consagración con Argentina en los Juegos Olímpicos Universitarios, en Corea, donde alcanzó la medalla de bronce, el voleibolista fue fichado por UPCN, actual pentacampeón de la Liga Argentina y representante nacional en el Mundial de Clubes que se desarrollará en octubre. 

 

Pero las alegrías no llegan sólo en lo deportivo ya que acaba de recibirse de Profesor de Tecnología en el Instituto de Educación Superior de Educación Técnica y Formación Profesional.

En diálogo con Red DUA, Vildósola reconoció que las sensaciones personales “son muy buenas, estoy muy contento porque tanto en lo deportivo como en el estudio los resultados están siendo más que positivos y creo que de a poco tanto esfuerzo va dando sus frutos”, en el fiel reflejo de que el cursado de una carrera no impide la práctica deportiva en el más alto nivel, o viceversa.

Al respecto, sostuvo que “como todo en la vida nada es fácil. Tuve la suerte de poder jugar cuatro ligas en Sarmiento de Chaco, lugar donde también cursaba mi carrera, y tanto las autoridades de la institución educativa como los profesores me ayudaron mucho con las inasistencias y tardanzas”. Sobre la preparación física que implica jugar en la elite del vóley nacional, reconoció que “al entrenar doble turno el tiempo se acorta, pero salía de las prácticas por la tarde y me iba directo a cursar lo que podía. Las materias que no pude cursar las rendí en condición de libre”.

Reflejó que su caso fue por demás particular teniendo en cuenta que “primero jugaba y luego me decidí a empezar con el estudio; pero tanto en un caso como el otro creo que con esfuerzo, dedicación y responsabilidad se puede afrontar ambas actividades de la misma manera”, en un mensaje para quienes buscan nuevos desafíos ya sea siendo deportistas como aquellos que cursan carreras terciarias.

Consultado sobre la contratación de UPCN resaltó que “fue muy importante para mí ya que en lo deportivo es el pentacampeón de la Liga y ofrece mucho por jugar, ya que a las competencias de ACLAV se le suman el Sudamericano de clubes y el Mundial. En cuanto al entrenamiento sé que es muy intenso por lo cual espero tener un crecimiento importante tanto en lo físico como en lo técnico”.

Con relación a lo que fue la experiencia en Corea, yendo de menor a mayor y regresando al país con la única medalla del deporte argentino, reconoció que “era todo una incógnita para nosotros, no sabíamos con qué nivel nos podíamos encontrar, y fue una competencia muy dura, donde la mayoría de los equipos eran muy parejos. Fuimos creciendo y haciéndonos más fuertes a lo largo de la competencia. Fue algo inolvidable lo vivido allá y coronarlo con una medalla lo hizo increíble. Para el vóley en general obtener una medalla es algo muy meritorio”.

Al analizar el presente del deporte universitario, celebró que se apueste fuerte: “no estaba informado acerca de estas Universiadas, y veo que mucha gente hizo grandes esfuerzos para poder llevar una delegación competitiva representando a nuestro país; por eso quiero felicitar a todos quienes pusieron su granito de arena, y también a todos los atletas que nos representaron. Creo que es algo a lo que hay que seguir apostando para poder incentivar a los estudiantes a practicar un deporte; y a los deportistas a seguir una carrera, que el deporte y el estudio pueden ir de la mano tranquilamente”.

Fuente: DUA