Maricela Cuello vivió una experiencia que quedará guardada para siempre en su memoria. No porque haya ganado, porque de hecho estuvo bastante lejos, sino por el viaje, por competir en el Mundial de Triatlón Universitario y por el apoyo que recibió de sus conocidos, quienes le dieron una mano para juntar el dinero que precisaba.
La vecina de Tres de Febrero tiene una historia para contar, a la que le puede sumar esta que le tocó vivir, que vino colmada de mucho amor demostrado hacia ella. Si bien no quedó dentro del ranking principal, después de haber participado tanto en running, ciclismo como natación, ella se quedará más que nada con laoportunidad y todo el contexto previo. «Fue una experiencia hermosa», sostuvo una vez culminado.
Maricela pudo superar adversidades gracias al triatlón, disciplina a la que se dedica: «Yo creo que el deporte, fundamentalmente, y el estar en un club al que podía acceder porque era municipal, me salvó de querer estar en la calle, me salvó de un montón de cosas».
Ella tiene 25 años y comenzó a asistir al Centro Deportivo Municipal de Caseros hace ya bastante tiempo, donde conoció a Gonzalo, su entrenador de running. Como él tenía una escuela de triatlón, la llevó a que conociera. Le gustó, pero no sabía nadar y no tenía bicicleta. Por eso, él la acercó al CEDEM para que aprendiera a nadar a sus 18 años.
Otros protagonistas le dieron un apoyo fundamental: Cecilia, directora de un colegio de Caseros al que asistía, y Daniel la adoptaron a los 14 años, cuando atravesaba una situación familiar muy difícil. Y fueron ellos los que le regalaron su primera bicicleta para competir, que estima que cuesta alrededor de 25 y 30 mil pesos.
Además del triatlón, decidió estudiar la Licenciatura en Estadística en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de lo que se recibió el año pasado. Actualmente, realiza un curso de Data Mining, en la Universidad Tecnológica Nacional y trabaja en la agencia de medios STARCOM, en el área de Data & Analytics.
«El deporte y el estudio van de la mano. No voy a decir que es fácil porque es muy sacrificado: salgo de casa a las 5.50, entreno a la mañana, trabajo 9 horas, entreno de nuevo y vuelvo a las 11 de la noche, pero estoy haciendo lo que me gusta, pude terminar la carrera así y no quedan dudas de que lo supe equilibrar», había sentenciado.
Nuestra representante tresfebrense realizó su mayor esfuerzo para dejar lo mejor que tiene. No alcanzó porque compitió contra algunos de los mejores de esta categoría, que hasta poseen títulos mundiales en su espalda. Aunque, sin dudas, en lo personal ella ya había ganado.