Todo eso vino de la mano del estudio”, dice Alejandro Monrroes. Habla de la posibilidad que tuvo de representar a la Argentina en las Universiadas de Taipei 2017, donde se puso la camiseta número 15 de la selección universitaria de fútbol. Alejandro está por empezar el tercer año de la carrera de Educación Física en la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) y hace pocos días debutó en la primera de Yupanqui, un club de la Primera D de la AFA.

Lejos de la mala suerte, el martes 13 de febrero fue el día que su sueño de jugar en Primera se hizo realidad. “Fue algo que siempre quise y soñé. En el medio pasan tantas cosas, que pensás ‘¿será que alguna vez voy a cumplir ese sueño ?’, por suerte se dio, lo cumplí y tuve muchas sensaciones por todo lo que pasé para llegar a eso”, cuenta. “Cuando me tocó entrar no pude pensar demasiado, había que jugar, tenía que concentrarme y dar lo mejor”.

De su paso por Taipei asegura que fue una experiencia increíble: “Viví algo  que nunca imaginé que iba a vivir. Desde los estadios en los que jugábamos, la villa, cómo nos recibía la gente, cómo nos trataba, lo cómodo que nos sentimos. Es inolvidable y a lo mejor no vuelva a vivir nunca más algo así”. Y no duda que todo eso fue “gracias a ser parte de la UNAHUR y a que el Deporte Universitario creció mucho en los últimos años”.

¿Cómo te las arreglas para ir a la Facultad y entrenar para jugar en Primera?

Me manejo bien, trato de meter la mayor cantidad de materias posibles. Yo siempre quise entrenar, jugar al futbol y estudiar. Lo planeé, lo organicé y vengo encaminado por ahora. A la mañana entreno y a la tarde curso, estudio, descanso, tengo mi tiempo para leer.